Resumen |
En "Doña Bárbara", Rómulo Galegos es capaz de plasmar esas fuerzas contrarias que conviven en el alma latinoamericana: el ansia de progreso, la capacidad de salir adelante a pesar de las contrariedades, y una naturaleza libre, rebelde y, necesariamente, violenta. Gallegos, además, sitúa esta lucha en su justo escenario: la inmensidad de un paisaje indómito, que más que un escenario en el cual se desarrolla la acción, se convierte en un personaje de una gran centralidad, encarnando así la enorme potencia de una naturaleza salvaje e inmisericorde, pero a la vez ingenua y hermosa, y por lo mismo enormemente encantadora y atrayente. |